Autora: Mónica Sanabria Echeverry - Coach transformacional- Consultor organizacional y Directora del departamento de Coaching en Mutare Life.

“Debes tener paciencia”, “Con el tiempo cambiara”, “Fue solo una vez”,” no volverá a pasar” Estas son algunas de las frases que constantemente escuchamos y nos decimos a nosotras mismas  cuando nos encontramos expuestas ante situaciones que pareciera fueran directo al corazón y amenazaran eso que llamamos  AMOR PROPIO.

Pareciera “que las mujeres no tuviéramos memoria”  y dado esto,  permitimos que situaciones laborales, de pareja, familiares e incluso con nosotras mismas se repitan una y otra vez cayendo en laberintos sin salida en donde sin darnos cuenta nos acostumbramos  a experimentar sentimientos de culpa, frustración, miedo, victimez, permisividad con la excusa que “El amor lo aguanta todo”, “yo vine amar a este mundo”.  

Ahora piensa si… ¿Realmente esto se llama Amor? Hoy te estoy invitando a que NO pienses únicamente en el  amor romántico o al que nos invita una religión, porque no permitirnos inventarnos una versión de AMOR POWER, ese que te  pone en acción, que empodera, que te lleva a lo próximo en tu vida, que NO se ve como una carga y una responsabilidad que pones en las situaciones o en los otros.

Ese AMOR POWER podría estar cargado de dos ingredientes:

Dejar ir con amor: En mis sesiones terapéuticas y de coaching es muy frecuente escuchar “Ya no estoy con él, pero aun siento rabia cuando lo pienso, “Renuncie a mi trabajo ya no aguantaba más pero no puedo superar todo el daño que me hicieron”. Esta es una de las trampas más frecuentes: el dejar estar físicamente en un lugar o con una persona  pero nuestra emoción sigue anclada en el pasado con sentimientos que nos restan poder (rabia, resentimiento, dolor etc). Dejar ir con amor tiene que ver con agradecer y honrar lo que fue y ya no es.

“Renuncie a mi trabajo, ya no quiero estar en ese lugar pero agradezco todo lo que pude aprender allí”, “Ya no estoy con él, lo amo pero entiendo que su forma de amar y la mía era diferente”, Recuerda que somos energía y que si tus pensamientos aún te desempoderan, de nada sirve el esfuerzo físico que hayas hecho. Ama la posibilidad de que ya no estás ahí y que fue perfecto.

Hazte Responsable: Victor Frank hablaba en su libro el “Hombre en búsqueda de sentido” acerca de la última de las libertades humanas “Te pueden quitar todo excepto       el poder elegir la actitud personal que debo tomar ante cualquier circunstancia”. La gente NO TE HACE LAS COSAS (“me ofendió, me maltrato, en el trabajo abusaban de mi”) tú eliges como sentirte frente a los altibajos de la vida. La fácil es quedarte en donde sabes que ya no encajas. Libera al mundo de tus culpas, hazte responsable Y MUÉVETE. No eres un árbol.

EL AMOR AGUANTA TODO, TODO lo que te permita sentirte plena, empoderada, agradecida, recompensada, apasionada con la vida y recargada para AMAR PORQUE SI… PORQUE TE DA LA GANA.

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