Autora: Francisca Pena Bustamante - Licenciada en Psicología.

¿Qué es el estrés? ¿Cuáles son sus raíces?

El estrés es una respuesta física, psicológica y emocional que se activa ante situaciones que demandan el uso de nuestros recursos. Si bien hay una cuota de estrés que sirve como impulso para afrontar desafíos, cuando se presenta de manera intensa y/o crónica y no se recuperan los recursos gastados, aparecen patologías que impactan la salud y el bienestar tanto individual como de quienes nos rodean. En estos casos, se trata de un estado de tensión y sobrecarga que daña nuestras capacidades para hacer frente a las demandas del entorno. De tal forma, es fundamental tanto el tratamiento como la prevención del estrés y sus causas.

Sus raíces son internas y externas, pudiendo originarse por uno o la combinación de factores tales como: conflictos interpersonales (en la esfera privada o laboral), preocupaciones económicas, preocupaciones por la salud, incertidumbre, creencias negativas sobre las capacidades de uno mismo frente a las expectativas de otros, cambios negativos repentinos, traumas, entre otros.

En cuanto a las posibles consecuencias del estrés, encontramos: dolores de cabeza, dolor y tensión muscular, enfermedades cardiovasculares y gastrointestinales, ansiedad, depresión, Síndrome de Burnout, alteraciones en la concentración y memoria, insomnio, fatiga y envejecimiento precoz.

¿Qué es la ansiedad? ¿Cuáles son sus raíces?

La ansiedad es un sentimiento de miedo, impotencia e inquietud, acompañada de interpretaciones catastróficas sobre el futuro. Si bien se puede presentar de distintas maneras, tiende a ser un estado paralizante en el cual se desgasta energía innecesariamente, colocando al cuerpo y a la mente en un estado de tensión que si es sostenido en el tiempo, conduce a la enfermedad. 

Entre las manifestaciones más comunes de la ansiedad, podemos encontrar: pensamientos negativos y difíciles de controlar, los cuales (si no son abordados) tienden a interferir con la vida diaria, empeorando con el paso del tiempo; síntomas físicos como palpitaciones, dolores, mareos, presión en el pecho y falta de aire; cambios en el comportamiento, tal como evitar situaciones y actividades.

La ansiedad se vuelve problemática por la interacción de factores genéticos, químicos, psicológicos y ambientales. Se encuentra íntimamente conectada con el estrés crónico y cada vez es más común como causa de baja en el espacio laboral, lo cual permite reconocer una relación preocupante (cada vez mayor) entre ansiedad y trabajo.

¿Qué es el síndrome de Burnout? ¿Cuáles son sus raíces?

En el año 2000, la OMS estableció el estrés laboral como un factor de riesgo para la salud, reconociendo que puede dar lugar a comportamientos disfuncionales, contribuyendo a un mal estado de salud física y mental. 

El Síndrome de Burnout es un cuadro de desgaste profesional que se ve reflejado en un estado de agotamiento físico, mental y emocional causado por el estrés y la ansiedad que surge en el trabajo. Se trata de un cuadro producto de un estrés crónico en el ambiente laboral.

Entre sus manifestaciones más comunes, podemos encontrar: falta de energía, agotamiento, aumento de la distancia mental respecto al trabajo, sentimientos y pensamientos negativos respecto al trabajo y nuestras capacidades para enfrentar sus demandas, eficacia profesional reducida, baja autoestima, agresividad y estados permanentes de nerviosismo.

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