Relación de las Emociones con mi Alimentación

El alimentarse es una conducta. Hambre y apetito no son lo mismo.

Cuando tenemos hambre, podemos comer casi cualquier alimento (de aquí podemos pensar en la frase de nuestros padres, abuelos de “si tuvieras hambre, comerías”) porque es bien fisiológico.

Sin embargo, el apetito es esa “necesidad de comer algo determinado” y aquí comenzamos en este episodio el camino entre el hambre real y el hambre emocional.

Hola, soy Xime Sureda, especialista en Trauma Psíquico y soy parte de Mutare Life.

Te invito a descubrir y aprender qué son las emociones biológicas y a identificar los estados de ánimo.

Está demostrado que cuando tenemos ganas de eso específico, suele ser, en la mayoría de las veces, una necesidad de otra cosa. Amor, abrazos, caricias, seguridad y más. Y el gran desafío individual que se nos presenta, es aprender a identificar y escuchar lo que realmente queremos.

Alimentarnos tiene que ver con la posibilidad de vivir, de nutrirnos, de cuidar un cuerpo que necesita cierto balance alimenticio para funcionar. PERO, esto no siempre es suficiente. También es necesario y vital , escuchar nuestras emociones atrapadas, nuestros dolores más íntimos que solemos “tapar” con los alimentos.

Aprenderemos 3 pasos simples para comenzar a gestionar nuestras emociones. A reconocer el hambre del apetito.

Cambiar un hábito requiere de otro hábito que nos acerque al resultado que queremos obtener.Te invito a comenzar ese camino, a acercarte a ser un poco más consciente de tus emociones, y a entender que la mayoría de las veces, ¡el alimento no ingresa por la boca, si no, para sanar nuestro corazón!

¡Te acompaño a lograr lo mejor de Ti!