Entre Trazos y Garabatos: Déjame crear, Explorar, Ser libre

Muchas veces no sabemos en qué etapa del grafismo están nuestros hijos y no tenemos en cuenta sus habilidades motrices, pidiéndoles cosas que no pueden hacer, interfiriendo así en su desarrollo. Te contaremos cuáles son las necesidades de cada edad para que los acompañes en este hermoso proceso creativo

Al igual que en otras adquisiciones, el dibujo no es la excepción y depende del proceso madurativo del niño. Por ello es tan importante respetar las fases de este desarrollo sin presión y sin imposiciones, que lo único que pueden lograr es el efecto contrario al esperado. El grafismo infantil en los primeros años de vida constituye la puerta de entrada a la escritura.

El éxito e interés del niño al escribir, dependerá de cómo respetemos este proceso. El dibujo y la pintura, abren la puerta a la creatividad y a la exploración, exploración que le permite ir afianzando su trazo, su coordinación óculo manual y la precisión en el agarre del lápiz de forma placentera.

El niño desde que tiene un año comienza a garabatear en forma descontrolada, eso le produce gran placer. Luego aparecen de manera progresiva los movimientos más controlados. Pasando así de la Etapa del “Garabato descontrolado” al “Garabato controlado” respectivamente.

Empieza a cerrar las formas y alrededor de los 2 y 3 años, comienza a ponerle nombre a sus garabatos y dicen: -”Dibuje un oso”. Aunque el oso no aparezca por ningún lado. Aquí, ya se encuentra en la Etapa de “Garabato con nombre”.

Luego, en ese círculo cerrado que dibujan, le ponen dos palotes que son los brazos, ojos, boca y nariz, y nos encontramos en la Etapa del famoso “Monigote”. Para luego pasar a la “Etapa Pre-esquemática”, donde aparece ya, la figura humana con cabeza, tronco y extremidades. Por último, aparecen los detalles, la línea de base, entre otras cosas entrando así a la “Etapa Esquemática”.

Este proceso se desarrolla en los primeros 5 años de vida. Es importante respetar estas etapas, por ello estos son algunos consejos para padres: permitirle al niño la libre exploración, ofrecerle variedad de materiales para que puedan crear y experimentar, evitar los “no te salgas o pinta dentro de la línea”, o las figuras para colorear y los famosos libros con trazos pre-caligráficos, estos en la mayoría de los casos provocan rechazo o aburrimiento cuando el niño tiene que comenzar a escribir.