Los Errores Más Comunes que Cometemos los Padres al Momento de Educar

Muchas veces, inconscientemente cometemos errores al momento de educar a nuestros hijos, pensando que estamos haciendo las cosas bien. Estos pueden perjudicarlos emocionalmente, lastimando su autoestima. Es por eso, que aquí te mostramos algunos de esos errores, para que no vuelvas a cometerlos.

Nunca debes comparar a tus hijos con nadie. Ni con su hermano, ni con su primo, ni con nosotros. Al compararlos, el mensaje que recibe es “no me gusta cómo eres”, quiero que seas como tal, golpeando directamente en su autoestima

Nunca etiquetes a tu hijo, ni en negativo, ni en positivo. Al decirles a nuestros hijos: “que torpe eres”, el mensaje que le estamos dando a su cerebro es que es torpe, por lo tanto, se comportará como tal. Lo mismo pasa con las etiquetas positivas, si a una niña le decimos todo el tiempo “tu que eres tan buena” se comportará como tal para agradar a los demás, olvidándose de sus intereses y de lo que quiere o necesita.

Nunca jamás esperen que nuestros hijos se comporten como adultos. Muchas veces, esperamos que se comporten como nosotros queremos, sin tener en cuenta que en la etapa en que se encuentran, sus intereses y necesidades son diferentes a los nuestros.

Nunca debemos esperar lo mismo de todos nuestros hijos. Debemos respetar su unicidad. Lo que le gusta a Pedro, no le gusta a Juan.

Nunca fomentemos la competición en nuestros hijos. El famoso: - “A ver quién hace primero la tarea”. ¿Qué mensaje le estamos dando? “Chicos tienen que competir y uno tiene que ser mejor que el otro” Estas haciendo que se miren con rivalidad.

Nunca jamás debes hacer que siempre uno de tus hijos ceda. Le estás enseñando a favorecer la vida de los demás y olvidarse de la suya.

Nunca defiendas siempre al mismo. Les estás enseñando que uno tiene privilegios y el otro está para ceder y complacer a los demás.

Siempre que puedas muérdete la lengua, no intervengas, dales espacio para que ellos solos puedan resolver sus conflictos.

No pretendas que tus hijos aprueben tus decisiones. Tu función es hacer que se cumplan tus decisiones, no pretendas convencerlos, ni que estén de acuerdo contigo.

Nunca jamás dejes de darles amor incondicional. Sobre todo, cuando están atravesando días difíciles.

¿Cómo ser mejor padre? Evitando volver a cometer estos errores, quitando los nunca jamás de sus vidas.