Tiempo de Calidad con Nuestros Hijos

El tiempo, el amor incondicional, la paciencia y la dedicación son los regalos más grandes que le podemos brindar a nuestros hijos. Son una inversión a largo plazo que nuestros hijos nos van a agradecer toda la vida. Influyen e impactan directamente en la conducta y en la autoestima de los niños.

El tiempo que les dediquemos, desarrolla en ellos un gran sentido de pertenencia a la familia de la cual forman parte y esto les brinda mucha seguridad y confianza. Se sienten valorados, se sienten capaces. El mensaje inconsciente que reciben es: mi mamá y mi papá están disponibles para mí, me quieren, soy importante para ellos, me hacen sentir valioso. Los niños que no tienen la posibilidad de tener ese tiempo de calidad y cantidad con sus padres, van creciendo con carencias afectivas y manifiestan sus carencias emocionales con agresión, apatía, tristeza, problemas de conducta y no se sienten valorados.

Brindarles tiempo de calidad significa tener una conexión directa con ellos, significa que cuando estoy con ellos, los celulares, las pantallas y todo lo que pueda ocupar mi atención deben estar en modo avión. Significa que, si estoy en el mismo lugar físico, pero estoy haciendo otra cosa, hay presencia física, pero no hay conexión, por lo tanto, no existo para mi hijo.Y, si estamos atravesando por esta situación, es bueno que comencemos a tomar conciencia que necesitamos un cambio en nuestra rutina diaria.

Recomendaciones para los padres de familia: necesitamos querer hacerlo, organizarnos, planificarnos y establecer nuestra lista de prioridades. Y, en esa lista, nuestros hijos deben ocupar un papel importante. Pueden plasmar en la misma cuántas horas al día de tiempo exclusivo, puedo dedicarles, jugando con ellos o realizando actividades compartidas que hacen al funcionamiento del hogar, de forma divertida, cantando, bailando -poner la mesa, recoger los platos, doblar la ropa-, esto los hace formar parte del equipo y se sienten valiosos. Hagamos de los momentos de transición, como lo son el levantarse o el momento de ir a dormir, momentos placenteros, especiales e inolvidables y permítanse disfrutar de ellos. Bailen, canten, jueguen. Simplifiquemos algunas tareas del hogar para que tengamos más tiempo de compartir.

¡Sean felices! Que el tiempo que le dediques a tus hijos sea tu prioridad. No llenes la mochila de tus hijos con horas de un reloj, llénala de momentos inolvidables.